La universidad entonces desde este aspecto fue cuna de los cambios sociales más significativos del país durante este apogeo de mudanzas tanto en la población, político e ideológico, ya que la democracia buscaba protagonismo, la ciudad crecía con los grandes grupos obreros en búsqueda de mejores condiciones tanto sociales como laborales, y el proceso de aburguesamiento de los estudiantes, todo esto mostró un entorno heterogéneo para que la dictadura sirviese de condensador para que el salto definitivo a la contemporaneidad y al definitivo adiós al siglo XIX se diese en el 23 de Enero de 1958. Por ello la importancia que tiene la universidad, la cual se multiplica durante la dictadura, nacen:
“Dos universidades privadas las cuales fueron forzadas a aparecer bajo la persecución y la crisis desatada por la tiranía, en 1953,… La primera Universidad Santa María y la Universidad Católica Andrés Bello nacieron as como refugio del auténtico espíritu universitario; aunque fiscalizadas y miradas con las naturales reservas por el Gobierno de entonces.”[1]
Es justo de la ampliación del sector universitario y del crecimiento del sector construcción que es entendible el cambio a nivel cultural que inicia caracas durante las décadas siguientes a la muerte de Gómez; la apertura hacia las artes y hacia las expresiones sociales como el deporte representan estos hechos, la Universidad Central de Venezuela aparte de ser una obra duramente criticada por su suntuosidad como muestra de una dictadura que buscaba la eficiencia material dejando detenida la intelectual y humana, fue un espacio para el desarrollo de este quehacer artístico y por ello se le denomina la síntesis de las artes[2]. Pero no solo serán las artes las cuales tengan un espacio para su evolución durante la creación de la Ciudad Universitaria, en lo cultural el
deporte representó para el esquema Perejimenista un punto donde mostrar su exposición de obras monumentales y vender el país riqueza a nivel internacional, donde la eficiencia en la construcción de obras públicas estimulaba la práctica deportiva y el desarrollo armonioso de eventos de gran índole, donde equipos y deportistas quienes eran cercanos a estrellas de cines atraían a masas de fanáticos en los espacios deportivos de la Ciudad Universitaria, explotando estos lugares para el crecimiento de la imagen del gobierno como principal garante de estas actividades culturales. Durante los últimos años de la Universidad en la sede de San Francisco se origina a nivel organizativo lo que será el antecedente del factor deportivo en la UCV, ya que para el año 1939 los estudiantes de Medicina buscarán la creación de un comité deportivo a fin de darle un carácter organizado al deporte en la universidad durante los años 40; pero como resultado de toda esta apertura social antes mencionada, sumado a las modificaciones que a nivel político sufrió la nación y la apertura del sector construcción en la búsqueda de urbanizar la ciudad, el deporte ira de la mano de esta, puesto que la ampliación de espacios académicos incentivó que la práctica estudiantil del tiempo de ocio se invirtiese en actividades lúdicas que diesen beneficios, que mejor actividades para drenar las cargas semestrales y teóricas que el deporte, permitiendo esto a la vez que la universidad cosechara atletas y profesionales, personas completas entendiendo el deporte como elemento sustancial en la etapa formativa del ser humano y mayormente en una etapa juvenil donde las condiciones físicas representan un mayor fuerte, de esto se desprende que la universidad tomase medidas como esta:
“Desde el próximo año lectivo que comenzará mañana, los aspirantes a ingresar en la Universidad Central de Venezuela, deberán inscribirse previamente en la Dirección de Deportes del instituto. Así lo han hecho saber a los bachilleres de la República los directivos del Alma Mater. La inscripción en la Dirección de Deportes de la Universidad será requisito indispensable para obtener la matrícula en cualquiera de las Facultades.”[3]
Aspectos fundamentales que generaron debate y que obligaron a la universidad a definir su política con respecto a la funcionalidad que buscaban darle al deporte dentro de sus casa de estudios y en función a la población estudiantil, de esto se desprenderá la idea de la universidad de buscar practicantes y deportistas que desarrollaran valores básicos como resultado de su práctica deportiva para alejarlos de vicios, en pro de una vida sana y un desarrollo físico mas no en la búsqueda de la profesionalización de atletas ni de consecución de campeonatos a fin de lucrarse por la captación de talentos, por ello posteriormente la oficina de deportes del Aula Mater se fue adscrita a la Organización de Bienestar Estudiantil (OBE), la cual tiene a cargo la inclusión de los estudiantes a los diversos clubes deportivos de la universidad, de esta manera estimulo la ampliación y desarrollo de estos clubes puesto que los espacios la ciudad universitaria dieron cabida a que la comunidad universitaria tomará conciencia de su participación y del papel protagónico que tenían dentro de la dinámica nacional, y por ello producto de este logro se vio acrecentada no solo la vida política estudiantil [4], sino las expresiones que estos lograron a nivel cultural y deportivo, dándole un piso de estudiantes practicantes amateurs a lo que posteriormente fueron parte de las selecciones nacionales y de los eventos deportivos de envergadura.
Los estudiantes durante largo tiempo desde la apertura de la ciudad universitaria en 1951 no poseían espacios para la práctica deportiva, sin embargo realizaban sus entrenamientos habituales en espacios de la ciudad de caracas como los Colegios República de Bolivia, República de Ecuador y el Colegio Herzi Bialik, el cual fue el que prácticamente el centro de entrenamientos del club de voleibol y de baloncesto de la UCV; Clubes como Altamira y CasaBlanca alquilados para la práctica del club de esgrima, así como las pistas del hipódromo del paraíso, las pistas del parque los Caobos y del Estadio Nacional (hoy llamado Brígido Iriarte) los cuales fueron los lugares habituales para los primeros entrenamientos de atletismo por los estudiantes universitarios, en este sentido fueron la universidad ampliaba su visión y misión de formación dando cabida la organización de clubes conformados por estudiantes, practicantes foráneos y posteriormente todo aquel que fuera parte de la comunidad universitaria, gracias a la fundación de la Dirección de Deportes y la consecuente organización de los primeros juegos Interfacultades en el año 1955, lo cual dinamizó los clubes deportivos para de esta manera automatizar la práctica deportiva amateur dentro de la universidad y no solo al nivel profesional el cual se apoyaba en los estadios de Béisbol y de Fútbol donde el mayor protagonismo lo tenían los deportes clásicos reinantes de las boleterías. Es por esto que la fundación de la Ciudad Universitaria estímulo que los estudiantes tuviesen lugares de esparcimiento y de este modo un entorno donde lograr desarrollar la organización respecto a su quehacer, pero aisló el orden y el fondo planificado, orientado bajo planes y proyectos que debe tener una obra pública, esta muestra mínima da a entender que al igual que todo el Perezjimenismo, la universidad poseía espacios para la práctica deportiva profesional pero que para el momento de llevar a cabo los primeros juegos interfacultades, no existían los espacios idóneos para la práctica deportiva amateur dentro de la Ciudad Universitaria, apenas la cancha de tenis (hoy cancha de honor) ubicada en el Estadio Olímpico fue acondicionada para la práctica de voleibol en 1955 para la realización de los interfacultades, por esto se hace la comparación a nivel macro de las grandes obras que diseñó la dictadura, la cual se vanaglorio de la alta eficiencia constructiva pero aisló el crecimiento social en cuanto a educación, libertad de expresión y desarrollo de la cultura, puesto que se encargó del crecimiento a nivel material sin la elaboración y puesta en marcha de proyectos que a la larga dejasen dividendos para el crecimiento y explotación del factor humano.
[1] Salcedo
Bastardo, Ob., Cit., P. 72.
Katty Solórzano, Ob., Cit., P. 207.
“Para ingresar al Alma Mater es indispensable inscribirse en algún deporte
estudiantil”. En: La Esfera [31 – 8 – 1954].
Pese a que durante la dictadura esta se vio fuertemente suprimida aun durante
el exilio y en secreto se encontraba presente.
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